El ministerio de Fomento confirmó, en unas jornadas organizadas por UNO en colaboración con Transprime y con la financiación del ministerio de Fomento que el aumento de la capacidad de los camiones a 44 toneladas permitiría reducir hasta un 11% los costes de las toneladas/kilómetro transportadas. Así lo expuso la directora general de Transporte Terrestre del ministerio, Mercedes Gómez, quien presentó el conjunto de datos que el ministerio tiene al respecto. No obstante, recordó, al igual que lo hizo la DGT, que una medida así sólo puede ser impulsada cuando haya más consenso en el sector para su implantación.
El evento contó además con la presencia del Director General de Tráfico, Pere Navarro, con el subdirector general de Ordenación del Transporte de la Generalitat de Cataluña, así como representantes de empresas e industrias como Henkel, Celsa Group, Schmitz Cargobull, LafargeHolcim o Mercedes-Benz Trucks. Además, Karolina Boholm, director Transport Policy de Swedish Forest Industries Federation contó el caso de éxito de Suiza y Finlandia en el transporte de 74 y 76 toneladas, así como las pruebas piloto con 90 y 104 toneladas que están llevando a cabo.

Pere Navarro, director general de Tráfico; Francisco Aranda, secretario general de UNO y Mercedes Gómez, directora general de Transporte Terrestre.
Los datos del ministerio de Fomento no fueron los únicos que se expusieron mostrando las ventajas competitivas de las 44 toneladas para la economía. Josep María Fortuny, subdirector general de Ordenación del Transporte de la Generalitat de Cataluña, llevó a cabo una exposición con los resultados de la prueba piloto que entre 2012 y 2013 llevó a cabo la Generalitat con camiones de 44 toneladas. Una prueba piloto que contó con el respaldo y consenso de cargadores y transportistas.
«La prueba nació con la idea de llegar a un acuerdo, no de imponer nada», especificó Fortuny. Los resultados de este piloto reflejaron que la puesta en marcha de las 44 toneladas supuso la reducción de 195.000 litros de combustible (respecto al mismo transporte en camiones de 40 toneladas). Esto supone una reducción del consumo del combustible de 8,4%, lo que conllevaba un ahorro de 3,24 litros por cada 100 kilómetros. En esta línea, la reducción de emisiones de dióxido de carbono se cifró en un 8,4%. El ahorro en horas de conducción fue del 16%, lo que supone una reducción de los costes de personal del 16%. Finalmente, el ahorro de costes variables fue del 9,1% el de costes globales entorno al 11,9%.

La jornada de UNO sobre las 44 toneladas generó máxima expectación en el sector.
Según los datos del ministerio de Fomento, de todas las operaciones de transporte del mercado español, solo el 9% serían ser susceptibles de moverse en camiones de 44 toneladas de masa máxima autorizada. Esto representa al 11% de los vehículos/kilómetro totales de transporte de mercancías en España y al 25% de las toneladas/kilómetros movidas a nivel nacional.
Mercedes Gómez confirmó, en primer lugar, que el ministerio de Fomento ya tiene estudiada esta cuestión, independientemente de que, por la falta de consenso entre transportistas y cargadores, no la defienda. El ministerio prevé que, de aumentar la masa máxima autorizada de los camiones a 44 toneladas, el recorrido medio de los mismos sería de 125 kilómetros.
La directora general de Transporte Terrestre descartó el impacto en temas de seguridad
Por tipo de producto, la alimentación representaría un 24% de los trayectos, seguidos de la agricultura y ganadería (15%), los minerales (13%) y los químicos (8%). En este contexto, Mercedes Gómez detalló que, en función de las distintas hipótesis que se apliquen, los resultados sobre los ahorros de las 44 toneladas pueden variar. Por ejemplo, si toda la carga susceptible de acogerse a estos vehículos, lo hicieran, habría un impacto directo en los firmes por el aumento del peso por eje. En concreto, este daño en los firmes se estima en un 1,5%.
La directora general de Transporte Terrestre descartó el impacto en temas de seguridad y, en cuanto a los costes, confirmó: «Aumentaría el coste de vehículo/kilómetro en un 2,9% y sin embargo disminuiría coste tonelada/kilómetro transportada entre un 5 y un 11%. También impactaría en las emisiones de CO2 con un ahorro de 190.000 toneladas y reduciría un 3,8% el total de las operaciones», detalló.
Si la hipótesis es que se transporta la misma cantidad de mercancía, se reduciría el número de operaciones un 1,2%, según los datos del ministerio de Fomento. Si, en ese caso, se aminoran las operaciones pero se mantienen los recursos de empleados y el ahorro de combustible anual sería de 127 millones. En otra hipótesis, si se mantiene el número de operaciones, pero transportamos más toneladas porque cada operación tiene más carga útil, además del ahorro de combustible se produciría un ahorro por operación y los costes fijos serían menores. En concreto, Fomento prevé un ahorro en este caso de 315 millones al año. No obstante, entre cada una de las hipótesis siempre pueden haber opciones intermedias.
A pesar de todos los datos facilitados, Mercedes Gómez fue clara: «¿Cuál es la visión desde Fomento? El ministerio siempre ha defendido evitar el conflicto y buscar el consenso del transporte. Un marco adecuado para la competitividad y la paz social. Podemos jugar un papel intermediador, pero hay que buscar consenso». En esta misma línea se posicionó Anuncia Ocampo, jefa de área de Autorizaciones en la DGT: «Técnicamente, no sería nada costoso aplicar las 44 toneladas. El único requisito de la DGT es que haya consenso».
La colaboración entre todos los agentes del sector es un elemento fundamental para la puesta en marcha de esta medida. Así lo dejó reflejado el director de Transprime, Jordi Espín: «Es imprescindible colaborar, porque los objetivos son transversales para todos». Espín fue el encargado de presentar a Karolina Boholm, director Transport Policy de Swedish Forest Industries Federation, que presentó el caso de éxito de Suecia y Finlandia con el transporte de 74 y 76 toneladas, respectivamente.
Además, avanzó cómo estos países ya están haciendo pruebas pilotos con vehículos de 90 y 104 toneladas. «La clave de la implantación de estos vehículos en Suiza es que tras mucho hablar entre cargadores y transportistas, llegamos a un acuerdo», explicó Boholm, que descartó problemas relacionados con la seguridad. Además, puso en valor las ventajas en la reducción de emsiones, en el combustible y en el coste por kilómetro.
En su exposición, destacó la importancia de formar a los conductores para la familiarización con este tipo de vehículos. «En Suiza las 74 toneladas ya están implementándose de manera habitual con éxito. En estos momentos, solo se aplica en determinadas carreteras, pero progresivamente se irá ampliando a toda la red y se irán haciendo pruebas con camiones más largos», explicó Karolina Boholm.
En la inauguración de la jornada, el actual presidente de UNO, Francisco Aranda, indicó: «La demanda de ampliar la masa máxima de los camiones a 44 toneladas proviene de la industria. El sector industrial español necesita ganar competitividad en éste ámbito, ya que países de nuestro entorno ya tienen las 44 toneladas. El potencial de mejora de esta medida se cifra en 1.200 millones de euros. En nuestro país, el transporte por carretera representa a más del 90% del transporte de mercancías. Mejorar su competitividad y eficiencia supone una mejora para el conjunto de la economía española, de los consumidores y del medio ambiente. Por ello, UNO apoya y promueve todas las herramientas que incrementen la eficiencia y reducción del impacto ambiental de la actividad logística y del transporte, y el uso de camiones de 44 toneladas de masa máxima autorizada contribuye a mejorar la eficiencia del sector. Si es posible transportar más mercancía en un sólo viaje, los camiones y trayectos podrán reducir costes, consumo energético, emisiones de gases de efecto invernadero y número de operaciones», indicó Francisco Aranda en inauguración de la jornada.
Más allá de los estudios estadísticos aportados por las distintas Administraciones, el éxito de la jornada organizada por UNO se centró en las aportaciones realizadas por el propio sector industrial. Eugeni Vila, director de Logística para el Sur de Europa de Henkel, reconoció: «Estamos repitiendo los mismos errores que hace un tiempo. En los 90, cuando Europa aceptaba las 40 toneladas, nosotros estábamos en 38. Por aquel entonces, tardamos en negociar tres años, ahora llevamos más y, mientras tanto, las empresas siguen perdiendo poder respecto a su competencia, porque las compañías competimos a nivel internacional».
El responsable de Logística de Henkel se lamentó de que 11 de los 15 primeros países de Europa ya tengan implantadas las 44 toneladas, mientras en España todavía el sector está estancado en debates. «Estamos hablando de algo que es normal en Europa», indicó. En su intervención, destacó que antes Henkel tenía en España 12 fábricas, de las que ahora solo queda una. «No digo que el transporte sea la única causa, pero todo va sumando. Tenemos que avanzar de forma rápida y no podemos olvidar que no todo es el coste del transporte, tenemos que incentivar el consumo porque esa es la forma para mover más toneladas y vender más», argumentó.
Por su parte, Carlos Castán, director de Logística del fabricante de acero Celsa Group, destacó que fabrican 4 millones de toneladas en España. De hecho, mueven mil camiones al día. «Las 44 toneladas nos supondría más productividad, menos operaciones de carga y descarga, menos horas de colocación de vehículos… Eso aumenta también la seguridad en las plantas», indicó. Celsa Group, que ya transporta en camiones de 44 toneladas de Masa Máxima Autorizada en Francia y Portugal asegura que, en ninguno de los dos países se ha modificado el método de pago existente hasta su implantación (pago por toneladas). Entre los datos que aportó Castán, destaca que Celsa reduciría 30.000 viajes al año si se aplicaran las 44 toneladas en España.
“Cuando exportamos, competimos con el resto de países, donde las reglas logísticas son completamente distintas a las nuestras»
Manuel Fernández, director de Logística de LafargeHolcim
Idéntico posicionamiento mostró Manuel Fernández, director de Logística de LafargeHolcim, el primer fabricante del mundo de materiales de construcción, un ámbito muy susceptible susceptible de estar afectado por las 44 toneladas, porque mueve producto a granel. El año pasado la compañía transportó en España 10 millones de toneladas en España (de los cuáles exporta la mitad), lo que supone 1.500 viajes diarios.
Tal y como reconoció el directivo, el transporte tiene un impacto muy importante en sus costes ya que la compañía exporta desde España 5 millones de toneladas. «Cuando exportamos, competimos con el resto de países, donde las reglas logísticas son completamente distintas a las nuestras y el hecho de que ellos puedan llevar un 10% más de masa tiene un impacto enorme en la competitividad, porque podríamos reducir hasta el 16% de los viajes, más la gestión de coordinación, los gases de efecto invernadero… y nuestras empresas serían más sostenibles y competitivas», concluyó.
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