Para poder financiar la formación de los trabajadores, las empresas disponen de un crédito que se recupera en forma de descuento o bonificación en sus cuotas de la Seguridad Social.
El importe de este crédito resulta de aplicar un porcentaje establecido anualmente a la cuantía que cada empresa ha ingresado a la Seguridad Social durante el año anterior en concepto de cuota de formación profesional, y que varía según el número de trabajadores de la empresa.